Los niños no deben dar besos por obligación.

Es muy frecuente encontrarnos con la escena en la que el adulto pide al niño que dé un beso a un familar, a un amigo, o incluso a un desconocido y el niño se niega a hacerlo. En ese momento, movido más por la vergüenza que por los sentimientos del niño, el adulto le obliga a darle un beso a la otra persona aunque éste no quiera hacerlo.

Querido adulto, has de saber que no dar besos no es de mala educación. Debemos enseñar a los niños las normas de cortesía, como dar los buenos días, saludar, despedirse, hablar correctamente a las personas, pero no, no están obligados a dar un beso si no lo desean.

Debemos enseñarles que los besos son una manera de expresar los sentimientos: amor, alegría, ilusión… Si les obligamos a hacerlo, no les estamos dando esta enseñanza, sino simplemente están actuando por orden de los adultos.

Así que, por favor, no obliguemos a los niños a dar besos, los adultos tampoco lo hacemos cuando no nos apetece. Si nosotros no lo hacemos, ¿por qué ellos sí?